(Lima, 14 feb.) El congresista de Perú Posible Daniel Mora es el
autor de la Ley Universitaria, cuya constitucionalidad hoy en día está en manos
del pleno del Tribunal Constitucional. Según el legislador, la Sunedu se creó
por recomendación de un fallo constitucional. Se queja de la existencia del
lucro en las universidades privadas y critica el caso de la UPC.
Por: José Carlos Díaz Zanelli
La norma está ahora en manos del Tribunal Constitucional y la demanda
se sustenta en el “intervencionismo”. ¿Usted en qué parte considera que se
podría desbaratar esa tesis?
Toda la tesis está relacionada
con un aspecto de intervención y que afecta la autonomía. La ley, en su
artículo 8, reconoce claramente la autonomía. Una universidad tiene autonomía
académica, es decir, nombra a los profesores que desee y pone los cursos que
desee. Solo se ponen lineamientos para que no se produzcan estafas.
Pero también se critica la creación de la Sunedu...
La superintendencia se coloca en
la ley porque es una recomendación del propio Tribunal Constitucional, de la
sentencia número 17 del 2010, que señala claramente que el Congreso emita una
norma que cree la superintendencia. ¿Qué va a hacer? Solo va a vigilar la
calidad, no se va a meter en cómo se manejan las universidades.
[AL RESPECTO PUEDES LEER: La Ley Universitaria es constitucional porque preserva la autonomía]
[AL RESPECTO PUEDES LEER: La Ley Universitaria es constitucional porque preserva la autonomía]
La contraparte a la Sunedu sería la ANR, pero una encuesta de Pulso
Perú mostró que el 74% de la población está a favor de la superintendencia.
¿Eso muestra que el sistema de una asamblea ya era insostenible?
La ANR tenía una injerencia mucho
mayor en las universidades. Las universidades perdieron autonomía con la ANR;
por ejemplo, los docentes eran incapaces de pedir a los rectores que les rindan
cuentas. La ANR utilizó a las universidades para fines distintos a la parte
académica y profesional.
La mayoría de integrantes del Consejo Directivo de la Sunedu son elegidos
por concurso público, ¿por qué el superintendente no?
Nosotros éramos de la opinión de
que todos fueran elegidos por concurso nacional e internacional. Porque hay
muchos científicos peruanos en el extranjero, pero en el debate se logró un
consenso para que el Minedu nombrara al superintendente, el Concytec a un
director de alta calidad y queden cinco del consejo directivo.
¿Quién propuso la designación del superintendente?
El mismo Ministerio (de
Educación). Pero él hace lo que decide el consejo directivo, no es que el
superintendente decide todo. Para la toma de decisiones, nunca un Gobierno va a
ser mayoría en la Sunedu.
Un editorial del diario El Comercio señaló que la Sunedu iba a poder
retirar cursos y docentes, pese a que no leí ni un artículo de la ley que
permitiera ello. ¿Es ese escenario posible?
Nada, nada. Es falso todo eso. Lo
que ocurre es que los privados no quieren invertir en la educación. La Sunedu
va a fijar una línea básica de calidad, que es 25% de profesores a tiempo
completo, porque hay una universidad con mil profesores y solo el 1,5% a tiempo
completo. También se habla de profesores con maestrías y la infraestructura.
¿Cómo se regula la
infraestructura?
Es que hay universidades que
funcionan en mercados y en centros comerciales, como una de Los Olivos que está
en el centro comercial San Lázaro. Tienen que invertir en eso. (Es el caso de la Universidad del fujimorista José Elías Ávalos. Mira el video)
Hablando de la calidad. ¿No se pudo hacer vinculante la acreditación
del Sineace al licenciamiento o ya era muy exigente?
Esa era nuestra postura, porque
para nosotros todos debían acreditar calidad.
Eso era incluso más exigente, el escenario de ahora ciertamente es más
laxo.
Eso fue por presión de las
universidades privadas. Nosotros pedíamos que todas las universidades acreditaran
su calidad en determinado plazo.
La superintendente ha reconocido que algunas universidades se tendrán
que cerrar, ¿cómo se hará para cumplir con el déficit que quedaría de
cobertura?
El objetivo es que las
universidades públicas alcancen niveles de calidad adecuados e incrementen la
oferta. Para ponerte un ejemplo, la Autónoma de México tiene 450 mil alumnos,
San Marcos tiene 30 mil y la UNI 10 mil. Debe incrementarse la oferta, pero no
con perjuicio de la calidad, sino en paralelo. Esto va a tardar años. Ante el
estancamiento de las universidades públicas, aparecen las universidades
privadas con fines de lucro.
¿Es posible acabar con el lucro en la educación o es ya un modelo
demasiado arraigado?
El único parámetro que se va a
poner es la calidad. No se pueden tener universidades lucrativas, como una de
Iquitos que solo tiene un baño para hombres y mujeres, otras que ofrecen carreras en solo meses y las que
tienen propaganda engañosa y ofrecen convenios con Harvard. Para mí, el lucro
es lo que le ha hecho mayor daño a la universidad. Tuvo la habilidad de
absorber la demanda, pero no se preocupó por sacar buenos profesionales, salvo
honrosas excepciones. Esas universidades ven al individuo como mercancía, como
la UPC (hoy en manos de un grupo norteamericano), que repatrió US$ 130
millones.
La experiencia internacional muestra que ninguna de las 30 mejores
universidades del mundo tiene fines de lucro y tampoco las tres mejores
privadas en el Perú. ¿Se debería entender que mientras más rentabilice una
universidad menos calidad académica ofrece?
Sí, porque yo creo que el que
decide crear una universidad sin fines de lucro tiene un pensamiento de la
educación como un derecho, como un bien social de servicio. Como Eduardo
Hochschild, de la UTEC, que es sin fines de lucro. Y hemos tenido propuestas de
grandes empresarios para que no existan universidades con fines de lucro. El
lucro distorsiona la educación superior. Cuando ves una universidad lucrativa,
ves que se trata de llenar aulas para que entren más alumnos, no importan los
laboratorios. La UTEC está invirtiendo US$ 100 millones con apoyo de Harvard y
el MIT, la Pacífico invirtió US$ 90 millones el año pasado. Podían haberse
metido al bolsillo ese dinero.
En el Perú se ha insertado el Laureate International Universities con
dos universidades y dos institutos. A este grupo, en Chile, la Cámara de
Diputados le abrió una investigación...
La Andrés Bello y la de Viña del
Mar.
La investigación fue justo por el tema del lucro.
Claro, en Chile la Constitución
prohíbe el lucro. Ahí se descubrió que la universidad, que era sin fines de
lucro, lucraba. Como la Universidad Garcilaso.
Es decir, el grupo Laureate hace acá abiertamente lo que en Chile quiso hacer subrepticiamente y que le generó una investigación parlamentaria.
Así es. Allá salieron críticas tremendas y ponían como ejemplo lo que hacen acá en el Perú con la UPC y la Universidad Privada del Norte. Ellos están repatriando dinero y dan clases en aulas alquiladas a colegios públicos. Han masificado la educación en perjuicio de la calidad. Nosotros encontramos que el patrimonio de la UPC era de US$ 284 millones y el año pasado sacaron US$ 110 millones de utilidad neta. En tres años recuperan toda su inversión. La educación es el mejor negocio después del narcotráfico.
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